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Managua, Nicaragua, 21-11-2024

redactar y calcular

Redactar y Calcular, un nuevo método de aprendizaje

Eduardo Estrada Montenegro

Redactar y Calcular

Redactar & Calcular, un método de enseñanza para aprender a desarrollar la inteligencia lingüística y matemática en forma conjunta.

Redactar y calcular en forma simultánea  es un método que desarrolla la competencia de escribir y hacer cálculos matemáticos en forma conjunta y en diferentes niveles educativos y profesionales. La evolución de los procesadores de texto y hojas de cálculo, permite que los usuarios desarrollen una nueva competencia.

Su desarrollo no depende sólo del software, sino de los conocimientos y la visión unificada que de la lengua y la matemática tengan los usuarios. Redactar y calcular son procesos simultáneos y se pueden utilizar diversos métodos para lograr una formación más integral entre estudiantes y profesionales. La lógica matemática, la aritmética, el álgebra, el cálculo diferencial e integral, junto con las diversas disciplinas de la lengua, permiten desarrollar una nueva forma de enseñar y aprender.

El método de Redactar y calcular rescata nuestras prácticas infantiles

Redactar & Calcular  es un método que se puede utilizar con las nuevas tecnologías, especialmente las computadoras de escritorio y o los móviles, pero igual, se puede practicar con técnicas tradicionales (cuaderno y calculadora). El método rescata las prácticas que los estudiantes de los primeros grados realizan en forma muy rudimentaria en sus clases de aritmética, cuando resuelven problemas que implican leer, redactar y calcular, prácticas que se pierden en secundaria y en la universidad.

Uno de los grandes problemas en la enseñanza de las matemáticas es el uso de un estilo de lenguaje caracterizado por un vocabulario muy técnico, como bien lo dice David Pimm, para satisfacer necesidades de usos expertos. Los manuales de matemáticas se identifican, dice en su libro El lenguaje matemático en el aula, por un conjunto de logogramas, pictogramas, símbolos de puntuación y alfabéticos, que hacen de las matemáticas un sistema de símbolos que los estudiantes usan como sustitutos de la comprensión y el análisis.

Pero al igual que los literatos, muchos autores de libros de matemáticas usan una notación engorrosa que hacen de la lectura matemática un verdadero dolor de cabeza para los lectores. ¿Se enseña a los alumnos a leer matemáticas? En verdad muy poco, predomina la memorización de símbolos y fórmulas que se aplica por lo general en forma mecánica.

Durante más de doce años me he dedicado a dar cursos de informática aplicada y me he encontrado, con raras excepciones, con ingenieros y profesionales de otras ramas del saber, cuyos conocimientos de cálculo no les ha servido para nada y no lo integran a sus prácticas laborales, porque en las universidades donde estudiaron, las matemáticas sólo era una materia para memorizar y cuya fuerza teórica y práctica quedaba paralizada por los métodos tradicionales de enseñanza.

El método de Redactar & Calcular  promueve el hábito de la lectura, la redacción, el cálculo, el diseño y la comunicación. Hace énfasis en que se deben vincular las clases de la lengua con las matemáticas, y viceversa. Así, por ejemplo, las clases de lógica matemática se pueden vincular con las clases de español. También existe suficiente literatura que se puede extender a la incorporación de conceptos matemáticos.

Lo novedoso de este método es que propone usar los programas de oficina, como herramienta de lectura y cálculo matemático. La Web misma es otra importante herramienta de cálculo, no sólo de lectura y búsqueda. Las hojas de cálculo, por su parte, deben usarse como herramientas lectoras, para la redacción y la organización de la información alfanumérica.

Uno de los grandes errores de los programas de oficina es que han separado el arte de redactar con el de calcular. Pero tiene muchos vigores dispersos. En estos programas, hemos encontrado más de 20 técnicas de cálculos, que unidas a las técnicas de redacción y autotexto (el proceso de completar oraciones), convierten estos comandos en una poderosa técnica para redactar y calcular. Igualmente, las hojas de cálculos tienen diversos comandos para incorporar la escritura, y que no se usan para el uso de la lectura y la redacción.

Ejemplo de escritura y cálculo

Así, por ejemplo, mientras escribo en el procesador de texto puedo calcular en forma simultánea la tasa mensual de una inflación anual del 5.0%, a través de la fórmula , cuyo resultado es 0.41%. También podríamos calcular en cuánto se deteriora el salario, si la inflación termina en 7.0% sobre ingresos de 5000, que sería 4672.9. Incluso, también se podrían proyectar los intereses de un depósito de 1000 que devenga una tasa del 4.0% anual, calcular el mantenimiento de valor y descontarle la inflación.

El depositante devengaría en términos nominales 1092, y una vez descontada la inflación, recibiría realmente 1020.56. Se pueden hacer análisis más complejos, pero para una muestra un botón. Los programas de oficina, como dije anteriormente, permiten una diversidad de formas de cálculo y de técnicas de redacción, pero depende de la formación matemática y lingüística del usuario provechar su potencial. Desarrollar la competencia de redactar y calcular contribuiría a desarrollar las habilidades naturales de los estudiantes y a superar en forma sustancial los problemas que los aquejan.

No se trata de dibujar fórmulas o hacer del procesador de texto, un solucionario puramente matemático, sino procesar la información numérica y textual en forma más inteligente y creativa. También existe la opción de desarrollar lo que hemos denominado borradores de análisis, a través del cual los estudiantes pueden plantearse los problemas matemáticos en términos verbales, redactar procesos de solución, calcular y hacer mapas conceptuales, hasta llegar a una solución final. Desde la escritura multiplicada un problema matemático se puede verbalizar, graficar, expresar en términos algebraicos y de tablas numéricas.

Resultado irónico que muchas personas se gradúan en operadores de computadoras e incluso ingenieros, y no desarrollan el hábito de la lectura. Usan los procesadores de texto, como máquinas de escribir y no como herramientas lectoras y de cálculo. Son muchos los que perciben las clases de informática como los antiguos cursos de mecanografía e ignoran que las computadoras son sistemas de ingeniería, con un alto componente de inteligencia artificial que invita a estimular y a desarrollar toda la potencia de la inteligencia humana.

Isaac Stewart, en su Historia de las matemáticas, afirma que las máquinas de calcular aportan más que simple aritmética y que además de utilizar computadores como ayuda en las matemáticas, podemos utilizar las matemáticas como ayuda para los computadores.

He ahí una idea poderosa: utilizar las matemáticas como ayuda para los computadores y utilizar las computadoras como ayuda en las matemáticas, pero además, usar las computadoras como herramientas de lectura como guía para hacer un mejor uso de las computadoras.

La lectura en papel y digital son clave, y más aún la segunda, pues los programas de oficina tienen una interfaz poblado de íconos que trasmiten un mensaje cada vez que pasamos el ratón por encima de ellos, mensajes que debemos aprender a leer. También se debe aprovechar la ayuda incorporada en el software, pues si no se lee la ayuda de los programas de oficina, difícilmente podremos desarrollar habilidades de técnicas de usuarios expertos. El hábito de leer tiene muchas ventajas, pues un lector avezado, es un aprendiz autónomo y requiere pocas clases presenciales.

Benjamín Franklin, que no fue a la universidad, pero que se convirtió en un lector y aprendiz autónomo se sintió una vez asareado por sus pocos conocimientos matemáticos y optó por leerse un manual para ponerse a la altura de los conocimientos. Los resultados de su formación autodidáctica, como la de muchos grandes personajes, fueron sorprendentes.

La escritura multiplicada no trata de incorporar simplemente un complemento de software, no, sino que propone el dominio de una nueva competencia, la que requiere ser aprendida y practicada. Se requiere incorporar todo lo aprendido a de la lengua y las matemáticas a nuestras prácticas de redacción y extender sus técnicas a los niños y niñas y para las personas con capacidades especiales.

Escribir y a la vez hacer cálculos matemáticos, como los soñaban los surrealistas con la escritura automática, ahora es posible… ¿no les parece una propuesta maravillosa?

Análisis del impacto didáctico de Redactar & Calcular

Publicado el 30 octubre, 2017

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